Las religiones se parecen a las ramas de un árbol: si miramos hacia arriba cada vez están más separadas. Es lo que sucede cuando observamos por primera vez tradiciones o costumbres religiosas que son nuevas para nosotros, nos parecen lejanas y estrañas. Pero cuando fijamos nuestra mirada en el tronco nos damos cuenta de que todas las ramas se sostienen grcias a él. Y es que todas las religiones,incluso las más lejanas y sorprendentes, tienen algo en común: pretenden dar respuesta a los grandes interrogantes del ser humano.
(VV.AA. Historia y cultura de las religiones, 2º ESO. ).